
Sofía tenía solo 12 años cuando su vida cambió para siempre. Un diagnóstico de diabetes tipo 1 llegó como un huracán, llevándose consigo la tranquilidad de su infancia. De repente, su rutina diaria se llenó de pinchazos, monitoreos y restricciones. Cada comida se convirtió en un cálculo matemático, y cada día parecía una batalla interminable.Pero Sofía no se rindió. Con el apoyo de su familia, comenzó a buscar formas de vivir plenamente a pesar...