
Clara tenía solo 16 años cuando su vida dio un giro inesperado. Un diagnóstico de diabetes tipo 1 llegó como un golpe que cambió su rutina diaria. De repente, cada comida, cada actividad y cada momento se llenaron de cálculos, monitoreos y preocupaciones. La sensación de pérdida era abrumadora, y Clara comenzó a sentir que su vida estaba limitada por su condición.Pero Clara no se rindió. Con el apoyo de su familia, comenzó a buscar soluciones que...