
Raúl siempre había sido un hombre lleno de energía, dedicado a su familia y su trabajo. Pero todo cambió cuando, a los 55 años, recibió un diagnóstico que lo dejó desconcertado: diabetes. De repente, cada comida se convirtió en un dilema, cada elección parecía una batalla entre lo que quería y lo que debía hacer. La sensación de pérdida era abrumadora, y Raúl comenzó a sentir que su vida estaba limitada por su condición.Una tarde, mientras miraba...