
Marta siempre había sido una mujer apasionada por la cocina y la vida saludable. Pero todo cambió cuando, a los 46 años, recibió un diagnóstico que la dejó desconcertada: diabetes. De repente, cada comida se convirtió en un dilema, cada elección parecía una batalla entre lo que quería y lo que debía hacer. La sensación de pérdida era abrumadora, y Marta comenzó a sentir que su vida estaba limitada por su condición.Una tarde, mientras buscaba esperanza...