En el marco del Día Mundial de la
Sana Alimentación, encontramos que este
padecimiento en Quintana Roo cuenta con
134 mil enfermos; los malos hábitos alimenticios influyen a que este mal crezca
y los niños son los más afectados.
En Quintana Roo tenemos el 10% de
la población de prevalencia en diabetes mellitus, o sea estamos hablando que son 134 mil
personas, lo que se complica porque no hacemos campañas de detección, así que
la incidencia puede ser mayor por los malos hábitos alimenticios, explicó la
presidenta de la Asociación Mexicana de Diabetes A.C, Lilián Chagoyán.
Al cuestionarle sobre la
situación del padecimiento en Quintana Roo, reveló que es un panorama triste.
“Decimos que si a nivel de federación internacional de la Diabetes, si juntamos
hoy a toda la población llenaríamos de tal forma un país que sería el tercero
más poblado del mundo. En México hay una prevalencia y está a la alza, es
preocupante. No solo vemos las estadísticas actuales de la diabetes que se hace
cada cuatro años por la secretaría de salud, sino también de la obesidad que va
en aumento”.
Informó que de acuerdo a los
estudios, se proyecta que en el 2025 en el país habrá 16 millones de personas
con el padecimiento; aunque por cada persona que tiene el diagnóstico, hay uno
que no sabe y ya tiene la afectación.
Dijo que la secretaría de salud
tiene buenos programas, lo malo es que a veces no lo lleva al 100 por ciento;
sin embargo “nosotros tenemos que hacer la medicina preventiva, tendríamos que
hacer campañas de detección de peso, talla, porcentaje de grasa, medición de
cintura, medición de cadera, glucosa y presión arterial”.
MALA ALIMENTACIÓN, FACTOR DE RIESGO
Mencionó que son varias causas lo que provoca la diabetes; uno, son los malos
hábitos alimenticios, pues empieza a haber un desgaste pancreático por
elevación de glucosa y conforme pasa el tiempo se tienen una sobreproducción de
insulina y hay un desgaste del páncreas.
“También puede ser factor hereditario y obviamente un factor de
farmacología”.
Se le preguntó qué se le
recomienda a la población en estos casos, delineó que la obesidad es el
parteaguas de la diabetes, por ello es que la obesidad y la diabetes como
enfermedades crónicodegenerativas se han convertido en una epidemia a nivel
mundial y en México estamos en primer lugar a nivel de niños y segundo lugar en
adultos.
En cuanto a la afectación de los
infantes, se da porque se descuidan los buenos hábitos alimenticios, ya que en
los hogares mexicanos se han introducido una dieta basada en azúcares
refinadas, harinas blancas refinadas, grasas saturadas y esto es lo que produce
la patología que es el sobrepeso.
Recomendó que la dieta esté
basada en un ‘Plan de Alimentación’, donde se incluyan los siete grupos de
alimentos, de los que hay que hacer una combinación y comer por porciones.
EJERCICIO, LO VIABLE
La presidenta de la Asociación Mexicana de Diabetes A.C., agregó que a esos
planes de alimentación hay que agregarle los ejercicios, en un tiempo mínimo de
30 minutos por día, con tres veces a la semana es suficiente; además de su
ingesta de líquidos que en las mujeres debe ser de dos litros de agua natural y
en los hombres tres, a parte de los líquidos que acostumbra. Si el ser humano
hiciera eso, las personas empezarían a bajar de peso y se mantendrían
saludables.
También recomendó que las
campañas para la detección de la diabetes la deberíamos de hacer todos, además
de los que están involucrados en el sector salud como el Seguro Social, el
Seguro Popular y el Issste, ya que cada uno tiene un área de medicina
preventiva y ésta debería de estar haciendo estas campañas, como se hacen las
de vacunación.
LAS CONSECUENCIAS
Una persona que tiene factores de riesgo, debería tener una rutina de chequeo
una vez al año y empezar a modificar su cambio de hábito. Cuando ya se tiene el
padecimiento entonces hay que empezar a controlar, el 70 por ciento de control
depende de los hábitos, o sea el Plan de Alimentación, el ejercicio y su
ingesta de agua; el otro 20 por ciento es lo que hace el paciente e influye
mucho lo que son sus emociones, debemos tener siempre tener el apoyo del área
de psicología, porque se produce depresión y mucha ansiedad; el 10 por ciento
lo provocamos a veces a través de un medicamento por la prescripción de una
receta, realmente podríamos hacer mucho sin ser tan costoso el tratamiento.
DAÑA FAMILIA Y TRABAJO
Aunque la persona es la que tiene la enfermedad, la familia tiene que animar,
tienen que llevar el cambio de los hábitos alimenticios, porque no es comer tú
una comida y nosotros la otra. Los miembros de la familia tienen que entender
que esta es una enfermedad de acompañamiento, donde si vamos a sugerir un
cambio, lo vamos a hacer todos; si vamos a caminar, lo vamos a hacer todos; a
parte les va a ayudar por la parte hereditaria, porque existe la
predisposición, dijo la especialista.
También el sobrepeso, la obesidad
y la diabetes dañan las relaciones laborales, las personas tienen más días de
enfermedad, sus jubilaciones a veces son más tempranas, tienen amputaciones;
hay una merma por su depresión, por su ansiedad, a veces no duermen bien y
entonces van cansados al trabajo, si necesitamos como empresas ponerle atención
a este padecimiento