
Marta siempre había encontrado consuelo en la cocina de su madre. Desde pequeña, los aromas del guiso de carne y el sonido de las cucharas contra las ollas le daban la sensación de estar protegida, de pertenecer a algo más grande. Cada comida era un abrazo invisible que le decía que todo estaría bien, incluso en los días más difíciles.Pero cuando a Marta le diagnosticaron diabetes, ese vínculo que tenía con la comida parecía romperse. (remedio casero...