Presentación
del Informe de labores 2013 y programa de actividades 2014 del Director General
del IMSS, José Antonio González Anaya
Licenciado Enrique Peña
Nieto, Presidente de la República, bienvenido a su casa. Es un honor para los
trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social que nos acompañe en su
Asamblea Anual.
Senador Miguel
Barbosa, Presidente del Senado de la República.
Doctora Mercedes
Juan, Secretaria de Salud.
Doctor Manuel
Vallejo, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro
Social.
Licenciado Joaquín
Gamboa Pascoe, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México.
Distinguidos
legisladores; distinguidos empresarios; ex directores del IMSS, en particular
saludo al doctor Karam y al senador Gamboa, que hoy trae la camiseta puesta del
IMSS, aunque sea senador.
Estimados
consejeros y asambleístas; representantes del sector obrero; empresarios,
trabajadores del IMSS que nos acompañan aquí y en todas las delegaciones;
señores delegados, bienvenidos todos.
El doctor Manuel
Martínez Baez, dijo: “Grande es la medicina cuando se ejerce en bien de la
salud de un individuo: pero cuando se afana en pro de la salud de todo un
pueblo, sencillamente es grandiosa”. Estas palabras sirven para dimensionar al
IMSS, pero también me hicieron reflexionar que esta grandeza debe caber dentro
del presupuesto.
Es de todo conocido
que el Instituto experimentó un deterioro financiero debido a las transiciones
demográfica y epidemiológica de nuestra población, agravado por el crecimiento
de la nómina de Pensiones y por rigideces administrativas. Para el 2012, el
déficit anual requirió un uso de reservas de más de 24 mil millones de pesos
con una tendencia que, de mantenerse, pondría en riesgo las finanzas públicas
del país.
Enfrentar esta
situación es una responsabilidad histórica impostergable. Por ello, como
anuncié la Asamblea pasada, con el apoyo de los sectores obrero y patronal
emprendimos un ambicioso cambio estructural con dos objetivos:
El primero y más
importante: Mejorar la calidad y la calidez de los servicios; el segundo:
Sanear financieramente a la institución.
Conciliamos estos
objetivos aparentemente contradictorios, aumentando la productividad, la
transparencia y el cumplimiento de las obligaciones.
Hoy, a casi dos
años de iniciada la administración, el IMSS ha llegado a un punto de inflexión.
Hemos logrado frenar el ominoso deterioro financiero y tengo el gusto de
informar que en 2013 redujimos el uso de la reservas de 24 a 12 mil millones de
pesos, casi la mitad.
Sin embargo, la
situación del IMSS sigue siendo precaria, pero cambiamos la tendencia. Logramos
este cambio sin aumentar las cuotas obrero-patronales y sin disminuir la
calidad de los servicios, en un proceso inédito de formalización de la
economía.
El crecimiento de
156 mil empleos observado en septiembre, fue el tercer mayor incremento mensual
desde que se tiene registro. De hecho, durante los dos últimos años, la
generación de empleo formal está creciendo prácticamente al doble de la
economía. Así, el IMSS se suma a las reformas transformadoras que el Gobierno
de la República y el Congreso han impulsado.
Los logros son
colectivos. Esta transformación sólo ha sido posible debido al compromiso
absoluto de los trabajadores del IMSS. Extiendo mi más amplio reconocimiento y
agradecimiento al Doctor Manuel Vallejo y a los más de 428 mil trabajadores,
por su esfuerzo, entrega y dedicación. Muchas gracias.
La institución es
tan grande y compleja que no existen soluciones fáciles. Frenar el deterioro
financiero es sólo el primer paso, falta mucho por hacer.
Las presiones de
gasto en salud por las transiciones demográfica y epidemiológica continuarán.
Tenemos que seguir tomando decisiones difíciles y estructurales para
institucionalizar el cambio y hacerlo tangible y palpable para que 70 millones
de mexicanos reciban mejores servicios.
¿Cómo llegamos a
este punto? ¿Qué sigue hacia adelante? Permítanme hacer un balance y compartir
algunos avances y retos de la institución.
Uno de los
problemas que más aqueja a nuestros derechohabientes es la cantidad y
complejidad de trámites. Por ello, el primer pilar de esta transformación es el
programa de desregulación, simplificación y digitalización más ambicioso en la
historia reciente de la institución.
El pasado informe
mencioné que redujimos los trámites de afiliación a la mitad y que iniciamos el
Sistema de Pago Referenciado, un servicio para cubrir las cuotas
obrero-patronales en línea de forma sencilla y segura en lugar de hacerlo en
persona, en el banco, cada mes. El programa ha sido un éxito: hoy tenemos más
de 500 mil empresarios registrados.
Pero no nos
detuvimos ahí. Este año digitalizamos los diez trámites de afiliación más
importantes que, en su conjunto, implicaron 12 millones de visitas a nuestras
oficinas el año pasado.
Hoy cualquier
asegurado puede a través del internet actualizar sus datos personales, obtener
su número de seguridad social y la constancia de semanas cotizadas, entre otros
trámites.
¿Qué significa esto?
Que el IMSS ahorra
en comisiones bancarias, papel, mensajería, impresión, etcétera, más de 170
millones de pesos al año, sin contar los costos indirectos. El país
potencialmente incrementa 36 millones de horas-hombre en productividad.
Pero, más
importante, hoy el empresario o el trabajador ya no pierden tiempo en acudir a
una oficina del IMSS, puede hacerlo desde su casa u oficina 24 horas del día.
Lo destacable es
que esto se logró sin aumentar el presupuesto en tecnologías de información. Le
informo con agrado que, conjuntamente con la Coordinación de la Estrategia
Digital de la Presidencia y la SCT, renovamos el contrato de la red virtual con
múltiples proveedores y hoy tenemos una nueva red privada virtual 12 veces más
rápida y 82 por ciento más barata por megabit transferido.
El siguiente paso
es digitalizar los trámites para pensiones por retiro o invalidez; además, así
como mi colega Sebastián Lerdo de Tejada adoptó en el ISSSTE nuestra receta
resurtible, nosotros adoptaremos un proceso innovador de comprobación de
supervivencia para los tres millones de pensionados.
El IMSS es el
segundo comprador de bienes y servicios más grande del país. Por ello, el
siguiente pilar de la transformación, consiste en fortalecer la transparencia y
competencia en todos sus procesos de compra.
Obtener la medicina
necesaria es de los aspectos que más valoran las familias, porque les permite
enfrentar la emergencia y atender el cuidado propio o de un ser querido. De
nada sirve un buen diagnóstico si no se tiene el medicamento indicado.
Por ello,
implementamos una estrategia integral de compra, abasto y logística que eliminó
las compras emergentes y optimizó los niveles de inventario mejorando el
surtimiento de las 175 millones de recetas anuales.
Esta estrategia
culminó en el 2013 con la compra consolidada más grande de la historia, que fue
un éxito: las instituciones públicas ahorramos tres mil 700 millones de pesos.
La transparencia y
la competencia aumentaron el número de participantes incluidas las PYMES y se
redujo la concentración del mercado. Para el 2014, el número de Estados aumenta
de cinco a 17, el total de instituciones de 14 a 43 y el monto de la compra se
eleva a más de 51 mil millones de pesos.
Hacia adelante,
aplicaremos los mismos estándares de transparencia y competencia para la
contratación de servicios integrales y pondremos en marcha un proceso innovador
de arrendamiento de la flota de ambulancias.
En materia de
infraestructura médica iniciamos un proceso de rediseño desde los cimientos
para que sea más eficiente, más funcional, digna y más costo efectiva.
Actualmente estamos construyendo cuatro hospitales de gran tamaño y, siguiendo
sus instrucciones en Michoacán, estamos edificando cinco unidades médicas y
realizando seis Encuentros Médico Quirúrgicos.
El tercer pilar y
quizás el más importante ha sido buscar la excelencia en la atención médica, la
razón de ser del IMSS.
Para aumentar el
acceso y la capacidad resolutiva de las clínicas y hospitales es necesario
ampliar la infraestructura del IMSS, pero es imperativo utilizar la existente
de manera más eficaz. Para ello, adoptamos las siguientes acciones:
El programa de Receta
Resurtible, a un año y medio de su inicio, se consolidó como un logro
institucional, liberando siete millones de consultas al año. Además, una
investigación de la Universidad de Princeton indica que gracias a este programa
el tiempo de abandono del tratamiento disminuyó 30 por ciento mejorando la
salud de los pacientes.
Para aumentar el
acceso en clínicas y hospitales, a partir de este año iniciamos el programa
UNIFILA, que busca evitar que los pacientes sin cita esperen largas horas para
ser atendidos por su médico, mientras otros doctores tienen consultas
disponibles. Esta medida podría aumentar las consultas hasta 20 por ciento.
Iniciamos también
el Programa Nacional de Gestión de Cama en los hospitales, el cual reduce el
tiempo que una cama está vacía entre paciente y paciente. Estimamos aumentar la
capacidad en diez por ciento.
Hacia adelante, el
reto será implementar estos programas en toda la institución.
Estoy convencido
que el futuro del sistema de salud mexicano debe dirigirse hacia un mejor uso
de su infraestructura a través del intercambio de servicios entre las
instituciones públicas de salud. Hoy, el IMSS tiene un convenio general de
emergencia obstétrica; otros más entre el programa IMSS-Prospera y el Seguro
Popular para atender a un millón de beneficiarios, y convenios con los Estados
de Yucatán, Querétaro y Baja California Sur.
Desde hace 18 años,
el programa IMSS Prospera brinda acceso de servicios médicos de alta
especialidad a la población más marginada del país a través de los Encuentros
Quirúrgicos. En estos, nuestros mejores doctores viajan a zonas rurales con el
equipamiento más moderno y, durante una semana intensa de trabajo, atienden a
la población elaborando estudios médicos e intervenciones quirúrgicas. Desde el
inicio de esta administración, en coordinación con mi colega Nuvia Mayorga de
la CDI, incrementamos el número de encuentros anuales de 13 a 19
Sin embargo,
aumentar el acceso es sólo parte de la solución. La medicina más efectiva en el
largo plazo es la prevención.
Por ello, el IMSS
ha invertido en prevención por más de una década a través del programa
PrevenIMSS. En los últimos 12 meses, 28 millones de personas acudieron a su
chequeo anual, tres veces más que en el año 2006. El IMSS fue también un actor
importante en la campaña “Chécate. Mídete. Muévete”. La idea que está quedando
clara en los derechohabientes es que más vale PREVENIMSS.
Los resultados de
la prevención ya son palpables. Un estudio reciente muestra que mientras en el
año 2000, las tasas de mortalidad en enfermedades crónicas degenerativas de los
derechohabientes del IMSS superaban a las de la población en general, ahora es menor.
Son datos esperanzadores en cáncer de mama, en enfermedades del corazón, en
cáncer cérvico-uterino y en tipos de diabetes; en su conjunto se han evitado 79 mil
fallecimientos en los últimos doce años.
En ese sentido,
para mejorar la atención clínica es fundamental impulsar el talento de nuestros
médicos e investigadores. El IMSS ha sido y es sinónimo de excelencia médica.
Estoy convencido en que tenemos que revitalizar el esfuerzo de investigación y
docencia.
Por ello,
impulsamos uno de los centros de educación médica a distancia más grandes de
México. Iniciamos el programa de becas más ambicioso de los últimos años y
hemos establecido programas de intercambio y de investigación con la industria
farmacéutica y las instituciones más prestigiadas del mundo.
De esta manera,
reafirmamos nuestro compromiso con los médicos y enfermeras para que sean los
mejores en beneficio de todos los derechohabientes.
Antes de finalizar,
quiero reconocer la labor de la Fundación IMSS y del Voluntariado que, con gran
entusiasmo y dedicación, complementan nuestro trabajo todos los días en
nuestros hospitales.
Señor Presidente:
Los sectores
obrero, patronal y los trabajadores del IMSS hemos realizado un gran esfuerzo.
Frenamos el deterioro financiero. Enfatizo la palabra “frenamos”, no hemos
saneado financieramente a la institución pero vamos por el camino correcto.
Parafraseando lo que usted dijo en Baja California Sur: “El balance es
favorable, pero nos queda camino por andar, estamos entrando a una nueva etapa”.
En suma,
modernizamos a la institución mediante un programa sin precedente de
simplificación y digitalización para mejorar los servicios. El IMSS ya no es el
de antes, ya se atrevió a cambiar y se digitaliza para hacer la vida más fácil
a todos.
Segundo, nos
comprometimos con la transparencia y la competencia en la adquisición de todos
los bienes y servicios. Esa es nuestra responsabilidad para asegurar que todos
los recursos se gasten de manera eficiente en beneficio de 70 millones de
mexicanos.
Y tercero,
trabajamos en busca de la excelencia médica, ampliando el acceso a la salud,
sobre todo para los que menos tienen y fomentando la prevención.
Falta camino por
recorrer pero reitero mi compromiso que bajo su liderazgo, Señor Presidente,
seguiremos trabajando para que en los próximos años, este punto de inflexión se
traduzca en un IMSS más fuerte, más sólido y con mejores servicios para un
México sano, próspero e incluyente que estamos construyendo.