
Isabel siempre había sido una mujer llena de energía, apasionada por la vida y dedicada a su familia. Pero todo cambió cuando, a los 50 años, recibió un diagnóstico que la dejó desconcertada: diabetes mellitus. De repente, cada comida se convirtió en un dilema, cada elección parecía una batalla entre lo que quería y lo que debía hacer. La sensación de pérdida era abrumadora, y Isabel comenzó a sentir que su vida estaba limitada por su condición.Una...