Una de cada 4 personas
mayores de 65 años padece Diabetes Mellitus tipo 2
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La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica
caracterizada por el incremento de azúcar (glucosa) en los niveles sanguíneos.
Existen el tipo 1 y 2, sin embargo, más del 90% de los casos corresponden a la diabetes mellitus tipo 2. En la actualidad, una de cada 4 personas mayores de
65 años la padecen. El Dr. Jorge Mena, director general del centro de día para
adultos mayores Vitalia Polanco, proporciona algunos consejos para las personas
mayores que padecen esta enfermedad ligada la obesidad, que suele ser
diagnosticada alrededor de la quinta década de la vida, y cuyo día mundial se
celebra el próximo 14 de noviembre:
1. Monitoreo de la glucosa:
La medición de la glucosa en casa es un punto indispensable para mantener el
control y conocer si hay elevaciones o disminuciones. Las personas mayores son
particularmente susceptibles a disminuciones excesivas, llamadas hipoglucemias.
2. Cuidar la alimentación: La alimentación de una persona
mayor con diabetes debe ser balanceada. No consiste solamente en quitar
azúcares, también hay que dar adecuado aporte de todos los grupos de
nutrientes. La recomendación de un nutriólogo es útil para hacer una dieta
adecuada.
3. Mantenerse activo: el ejercicio físico ayuda a
mejorar el control del azúcar y a prevenir la discapacidad. Una rutina de
ejercicio que se haga al menos 4 veces por semana con supervisión es
recomendable.
4. Vigilar los medicamentos: Las personas mayores
son particularmente sensibles a los efectos secundarios de los medicamentos
utilizados para la diabetes, por lo que hay que utilizarlos con precaución.
5. Vigilar posibles complicaciones: Las complicaciones de la
diabetes son los caminos hacia la discapacidad y la muerte. El tener una
conducta de búsqueda activa de éstas permite controlarlas de manera oportuna y
limitar el daño. Los centros de día para adultos mayores son un sitio ideal
para el manejo adecuado da la diabetes, ya que se puede realizar el monitoreo
de la glucosa, recibir una alimentación balanceada, realizar ejercicio
supervisado por profesionales y tener seguimiento médico puntual de la
medicación y posibles complicaciones de la enfermedad.