¿El
ejercicio puede prevenir la diabetes mellitus tipo 2?
Para millones de estadounidenses con sobrepeso, hacer ejercicio regularmente sigue
siendo un arma esencial contra el exceso
de peso y la amenaza de diabetes tipo 2.
Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que la
batalla podría ser más dura para unos que para otros, en función de sus genes.
"Aunque la actividad física generalmente
fomenta la salud, quizá no sea tan efectiva para todo el mundo a la hora de
prevenir o tratar la diabetes tipo 2", dijo una experta, la doctora Ruth
Loos, directora del Programa de Genética de la Obesidad y Rasgos Metabólicos
Relacionados de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de
Nueva York.
Aunque hace mucho que se sabe que la actividad física puede reducir el riesgo de diabetes, la
influencia de los genes sobre
este efecto protector no ha sido aclarada, según la información de respaldo del
estudio.
En el estudio, los investigadores dirigidos por el
doctor Yann Klimentidis, de la Universidad de Arizona, examinaron las
interacciones entre la actividad física, la genética y el riesgo de diabetes en más de 8,100
estadounidenses blancos, de los cuales 821 tenían diabetes mellitus tipo 2.
Proceso
Descubrieron que el ejercicio protegía menos de la
diabetes a las personas con un riesgo genético alto de diabetes y de resistencia a la insulina.
Al no controlar la
enfermedad, se produce una resistencia a la insulina.
La resistencia a la insulina, un precursor de la
diabetes propiamente dicha, es una afección en la que el cuerpo produce
insulina pero no la usa de forma eficiente.
Aunque ciertos genes vinculados con la diabetes
parecen reducir los beneficios del ejercicio para hombres y mujeres, las
mujeres parecían ser las más afectadas, indicó el equipo de Arizona.
Loos, que también es directora asociada de
Diabetologia y ayudó a editar el estudio, calificó
Los hallazgos
de "importantes". "Este estudio sugiere que las personas que
tienen una tendencia genética [a la diabetes] en particular podrían necesitar
medidas preventivas adicionales y un tratamiento más dirigido", dijo.
Beneficios de la
actividad física
Sin embargo, también indicó que el estudio tuvo
ciertas limitaciones.
"Los científicos solamente estudiaron la
participación en los deportes, que solamente es una pequeña parte de la
actividad física cotidiana general de las personas", dijo Loos.
"Además, el papel de una dieta sana, otro componente importante para la
prevención de la diabetes tipo 2, tampoco se examinó".
La doctora Minisha Sood es directora de
hospitalización por diabetes en el Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York.
Comentó que dado que el estudio se centró solamente en los participantes
blancos, sus hallazgos quizá no apliquen a una población más amplia de
pacientes.
Sin embargo, Sood añadió que la conclusión general
(que los genes podrían influir en hasta qué punto es efectivo el ejercicio en
la prevención de la diabetes) tiene sentido intuitivamente.
Y enfatizó que los hallazgos no son una razón para
que las personas que combaten con la obesidad dejen de hacer ejercicio.
"Con predisposición genética a la resistencia
a la insulina o no, la actividad física tiene una gran cantidad de beneficios
de salud, incluyendo quizá el retraso o atenuación de la resistencia a la
insulina", dijo Sood.
"Tener una ’predisposición innata’ a la
resistencia a la insulina no debería servir como razón para dar una prioridad
baja a la condición física y [al mantenimiento de un peso saludable]".