La diabetes mellitus se presenta en perros mayores de 7 años, obesos y en hembras y en gatos se observa con una mayor frecuencia en machos castrados. Tal como sucede en el ser humano, existen 2 tipos de Diabetes mellitus. comida para un diabetico tipo 2
● Diabetes
Tipo 1 (insulinodependiente): el páncreas no funciona adecuadamente, no produce
suficiente insulina, la cual regula la glucosa que está en la sangre y evita que los niveles
de esta se eleven. Requiere la administración de dosis de
insulina diaria.
● Diabetes Tipo 2 (insulino no-dependiente). Es la más frecuente en gatos. Consiste en que las células del cuerpo del gato desarrollan una resistencia a la insulina y aunque esté presente la cantidad adecuada de hormona, esta no cumple su función.
Causas de la diabetes
La diabetes puede producirse por factores genéticos,
hereditarios o debido a la obesidad y falta de ejercicio. Vale la pena resaltar
otras causas menos frecuentes como los tumores en el páncreas o la
pancreatitis.
Síntomas más comunes en perros
y gatos
La diabetes
cursa con una gran variedad de signos, sin embargo, los más frecuentes son:
- Pérdida
de peso acompañada
de un aumento en el consumo de alimento (el animal tiene más hambre).
- El pelo se
sentirá más áspero.
- Mal aliento.
- Poliuria: el animal va a orinar
más, en gatos lo notarán por un mayor número de
visitas al arenero.
- Polidipsia:
aumento en el consumo de agua.
- Neuropatía
diabética (solo en gatos): el gato caminará sobre sus corvejones, adoptando
una postura anormal para caminar.
- Infecciones
urinarias u
orina con sangre
- Debilidad, vómitos, náuseas, salivación.
- Cataratas y
problemas de visión
Diagnóstico de la
Diabetes mellitus
El
diagnóstico de esta enfermedad se hace por medio de la medición de los niveles
de glucosa en sangre y la presencia de glucosa en orina, la cual es
completamente anormal. También se puede medir la fructosamina en sangre, la cual refleja los
niveles de glucosa de las últimas 1 a 3 semanas.
Tratamiento
El
tratamiento para la enfermedad depende de si es del Tipo 1 o del Tipo 2. La tipo
1 se tratará con la administración de insulina, para esto los tutores deberán
medir la glicemia en casa pinchando con una pequeña aguja la oreja del animal y
haciendo la medición con un glucómetro digital o utilizando el dispositivo de
‘free style’ libre, el cual permite medir la glicemia sin pinchar al animal,
este se debe cambiar cada 2 semanas y se pueden medir los niveles de azúcar en
sangre por medio de la ‘app’ del celular en cualquier
momento.
La diabetes de tipo 2 se puede tratar modificando los hábitos
del animal. Se
puede aumentar el ejercicio y suministrar una dieta especial para perros o
gatos diabéticos con una buena fuente de proteína de origen animal, baja en carbohidratos y grasas.
Siempre será importante prevenir el sobrepeso. Se
recomienda ofrecer el alimento en pequeñas cantidades varias veces al día
(crear horarios), para evitar desequilibrios en los niveles de glicemia.
Las hembras con diabetes deben ser esterilizadas ya que
durante el celo hay un aumento en los niveles de progesterona y esto afecta la
acción de la insulina. Se aconseja llevar a cabo la cirugía después de que el perro diabético se
haya regulado con éxito durante al menos 3 meses.
Se puede considerar que la terapia de un paciente
diabético ha tenido éxito cuando los síntomas clínicos de la diabetes mellitus
mejoran.
Después de que el animal se ha estabilizado con
éxito, se
deberían llevar a cabo controles de rutina cada 3-6 meses.
¿Cómo prevenir la diabetes?
La mejor manera de prevenir la
aparición de diabetes es evitando el sobrepeso. La diabetes no es una enfermedad mortal si es
detectada a tiempo, un diagnóstico certero y precoz puede cambiar la vida de
nuestro perro o gato. Lamentablemente, ante esta enfermedad, puede haber recaídas, por
eso es imprescindible un control y seguimiento veterinario.