jueves, 4 de diciembre de 2014

Cómo prevenir la diabetes gestacional

Tenga en cuenta por la diabetes gestacional.
La madre debe tener un buen control prenatal, manteniendo una alimentación saludable rica en fibras, baja en calorías, azúcares, harinas, grasas e incluso sal.
Un mal que puede presentarse durante el embarazo es la diabetes gestacional, tipo de diabetes que causa que el nivel de glucosa en la sangre se eleve considerablemente y pueda comprometer la salud de la madre y del bebé si no es tratada a tiempo. 

Muchas mujeres tienen la información genética para desarrollarlo: historia familiar, malos hábitos de alimentación, entre otros. Para evitar esta enfermedad, la madre deberá  tener un buen control prenatal, haciendo énfasis en el peso, manteniendo una alimentación saludable rica en fibras, baja en calorías, azúcares, harinas, grasas e incluso sal, acompañada de actividad física cardiovascular. 
“Estar embarazada no significa comer por dos, una gestante debe ganar entre nueve a doce kilos de peso en un embarazo convencional, ya que el feto desde el inicio no requiere un gran consumo de calorías adicionales”, explica  Arnaldo Hurtado, Médico Nutriólogo de Laive, quien advierte que los niños de madres con este mal tienen un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2, problemas respiratorios, así como complicaciones durante el momento del parto debido a su gran tamaño y peso.

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Es importante saber que cada paciente debe consultar a su médico tratante sobre los alimentos que son adecuados, ya que cada dieta debe ser individualizada a las necesidades del paciente. En ese sentido, el doctor Hurtado brinda un ejemplo de dieta saludable para el embarazo: A media mañana recomienda ingerir una fruta (evitando las más dulces o calóricas como chirimoya, piña golden, mango o uvas). A la hora del almuerzo puede elegir entre un filete de pescado a la plancha o en guiso con una porción de arroz integral de preferencia; o un guiso de pollo o carne (sin papas), acompañado con una porción de arroz integral (el arroz integral contiene fibra, una taza puede ser una porción adecuada). Trate de añadir siempre una ensalada cruda como acompañamiento. Asimismo, a las mujeres embarazadas se les recomienda consumir quinua.
También menestras al menos una vez por semana, carnes rojas unas dos veces por semana, pescado dos veces por semana, y el resto pollo, pavo, chancho o similar. Evite cocinar con grandes cantidades de aceite y frituras, prefiera el aceite de canola, aceite de oliva o sacha inchi. 
A media tarde puede escoger entre 25 gramos de maní, almendras, nueces, pecanas o similar, o también un vaso de yogurt 0 % grasa. Ya para la cena las opciones son cuatro: sándwich de pollo, palta, aceitunas, queso, jamón bajo en grasa o atún en pan integral y un vaso de yogurt natural 0% grasa; pollo o pescado con verduras cocidas o ensalada cruda y una taza de choclo cocido; sopa de pollo o carne con verduras; un omelette con dos claras y una yema, una taza de verduras y pan integral.
Claves
evaluación. Dependiendo de cada paciente, se debe hacer una evaluación puntual para ver la cantidad de calorías a administrar. Cocine con aceite de canola y bajo en sal.