Todo sobre la diabetes |
Tratamiento para Diabetes y ejercicio, una
unión para siempre
Beneficios. Entre otras ventajas, contribuye
a manejar adecuadamente los niveles de glucosa en sangre y evitar la
resistencia a la insulina, además de promover el descenso de masa grasa.
En la
actualidad, la utilización de la actividad física regular, como una herramienta
más en el tratamiento integral de enfermedades crónicas como la diabetes, es
parte esencial en el abordaje interdisciplinario de la patología. Los variados
beneficios no sólo se deben a que contribuye a manejar adecuadamente los
niveles de glucosa en sangre y evitar la resistencia a la insulina, sino que
además permite promover el descenso de masa grasa, con el fin de prevenir las
complicaciones y secuelas en el organismo de quienes tienen la enfermedad.
La persona
diabética no tiene complicaciones por el sólo hecho de ser diabético, sino por
un mal manejo de la patología. En este sentido, la educación y el auto
monitoreo son factores clave. Sin lugar a dudas, el foco de la instrucción debe
centrarse en el paciente, pero involucra a todos los miembros del equipo de
salud, los educadores y, sobre todo, a la familia. Todo esto permitirá mantener
niveles lipídicos y glucémicos cercanos a lo normal, así como evitar
descompensaciones agudas (hiper o hipoglucemias), prevenir complicaciones
tardías (afectación renal, visual, amputaciones, etcétera) y, en definitiva,
mejorar la calidad de vida de quien padece la patología, así como de todo su
entorno.
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En general, las
recomendaciones generalizadas en cuanto a la actividad física en pacientes
diabéticos hacen referencia a ejercicios con predominio aeróbico (con gran
demanda de consumo de oxígeno), de media a baja intensidad, con incremento
progresivo en cuanto a la duración de las sesiones e involucramiento de la
mayor parte de los grupos musculares del organismo posibles al menos tres veces
por semana.
En la Sociedad de
Medicina del Deporte de Córdoba (Somedeco) consideramos que este plan básico
deberá adaptarse a cada paciente en particular, en función del tipos de diabetes
que padezca, el grado de desarrollo de sus capacidades motoras, la accesibilidad
a un tipo u otro de disciplina, además de sus gustos y preferencias. La
adaptación, el comportamiento de los niveles de glucosa en sangre y de
insulina, el nivel y tipo de práctica o el grado de competencia a la que el
individuo esté siendo sometido son muy particulares.
Automonitoreo
Por todo lo
mencionado anteriormente, el auto monitoreo y el autoconocimiento por parte del
paciente son claves a la hora de la prescripción del tratamiento integral. Así
como la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que “la educación es la
piedra fundamental del tratamiento de la diabetes y es vital para la
integración del paciente a la sociedad”, consideramos que la prescripción de la
actividad física en forma progresiva, periódica, personalizada y placentera,
permitirán la adherencia necesaria para que redunde en beneficios que logren
contribuir a la prevención de las complicaciones de la diabetes.
La actividad
física programada es un paso esencial para una buena calidad de vida.
Control de la glucemia en el ejercicio
Las normas para el
control metabólico propuestas por la Asociación Americana de Diabetes y el
Colegio Americano de Medicina del Deporte contiene algunas pautas respecto de
la forma más conveniente de hacer actividad física.
Si antes del
ejercicio se tiene una glucemia por encima de 250 mg de azúcar por dl de sangre
y existe cetosis, es recomendable no hacer la actividad física prevista. Lo
mismo se aconseja si se tiene más de 300mg/dl, exista cetosis o no.
En caso de tener
cuerpos cetónicos en sangre por falta de insulina, es mejor no hacer ejercicio
hasta regular el azúcar en sangre, ya que la actividad podría elevar el azúcar
y producir una cetoacidosis diabética, la cual requiere hospitalización.
Si los niveles de
glucosa están por debajo de 100mg/dl, ingerir carbohidratos (HC).
Sobre la
monitorización de la glucosa en sangre antes y después del ejercicio, es
preciso identificar cuándo son necesarios los cambios en la insulina o en la
ingesta de alimentos. También es importante aprender la respuesta glucémica
ante diferentes condiciones del ejercicio.
Respecto de la
ingesta de alimentos, es importante consumir carbohidratos cuando sea necesario
para evitar la hipoglucemia.
*Fernando
Ulloque es médico pediatra y especialista en medicina del deporte. Es director
del Hospital Misericordia y vicepresidente de la Sociedad de Medicina del
Deporte de Córdoba (Somedeco).