miércoles, 12 de noviembre de 2014

Tratamiento para Diabetes y ejercicio, una unión para siempre

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Tratamiento para Diabetes y ejercicio, una unión para siempre

Beneficios. Entre otras ventajas, contribuye a manejar adecuadamente los niveles de glucosa en sangre y evitar la resistencia a la insulina, además de promover el descenso de masa grasa.

En la actualidad, la utilización de la actividad física regular, como una herramienta más en el tratamiento integral de enfermedades crónicas como la diabetes, es parte esencial en el abordaje interdisciplinario de la patología. Los variados beneficios no sólo se deben a que contribuye a manejar adecuadamente los niveles de glucosa en sangre y evitar la resistencia a la insulina, sino que además permite promover el descenso de masa grasa, con el fin de prevenir las complicaciones y secuelas en el organismo de quienes tienen la enfermedad.
La persona diabética no tiene complicaciones por el sólo hecho de ser diabético, sino por un mal manejo de la patología. En este sentido, la educación y el auto monitoreo son factores clave. Sin lugar a dudas, el foco de la instrucción debe centrarse en el paciente, pero involucra a todos los miembros del equipo de salud, los educadores y, sobre todo, a la familia. Todo esto permitirá mantener niveles lipídicos y glucémicos cercanos a lo normal, así como evitar descompensaciones agudas (hiper o hipoglucemias), prevenir complicaciones tardías (afectación renal, visual, amputaciones, etcétera) y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de quien padece la patología, así como de todo su entorno.

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En general, las recomendaciones generalizadas en cuanto a la actividad física en pacientes diabéticos hacen referencia a ejercicios con predominio aeróbico (con gran demanda de consumo de oxígeno), de media a baja intensidad, con incremento progresivo en cuanto a la duración de las sesiones e involucramiento de la mayor parte de los grupos musculares del organismo posibles al menos tres veces por semana.
En la Sociedad de Medicina del Deporte de Córdoba (Somedeco) consideramos que este plan básico deberá adaptarse a cada paciente en particular, en función del tipos de diabetes que padezca, el grado de desarrollo de sus capacidades motoras, la accesibilidad a un tipo u otro de disciplina, además de sus gustos y preferencias. La adaptación, el comportamiento de los niveles de glucosa en sangre y de insulina, el nivel y tipo de práctica o el grado de competencia a la que el individuo esté siendo sometido son muy particulares.
Automonitoreo
Por todo lo mencionado anteriormente, el auto monitoreo y el autoconocimiento por parte del paciente son claves a la hora de la prescripción del tratamiento integral. Así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que “la educación es la piedra fundamental del tratamiento de la diabetes y es vital para la integración del paciente a la sociedad”, consideramos que la prescripción de la actividad física en forma progresiva, periódica, personalizada y placentera, permitirán la adherencia necesaria para que redunde en beneficios que logren contribuir a la prevención de las complicaciones de la diabetes.
La actividad física programada es un paso esencial para una buena calidad de vida.
Control de la glucemia en el ejercicio
Las normas para el control metabólico propuestas por la Asociación Americana de Diabetes y el Colegio Americano de Medicina del Deporte contiene algunas pautas respecto de la forma más conveniente de hacer actividad física.
Si antes del ejercicio se tiene una glucemia por encima de 250 mg de azúcar por dl de sangre y existe cetosis, es recomendable no hacer la actividad física prevista. Lo mismo se aconseja si se tiene más de 300mg/dl, exista cetosis o no. 
En caso de tener cuerpos cetónicos en sangre por falta de insulina, es mejor no hacer ejercicio hasta regular el azúcar en sangre, ya que la actividad podría elevar el azúcar y producir una cetoacidosis diabética, la cual requiere hospitalización.
Si los niveles de glucosa están por debajo de 100mg/dl, ingerir carbohidratos (HC).
Sobre la monitorización de la glucosa en sangre antes y después del ejercicio, es preciso identificar cuándo son necesarios los cambios en la insulina o en la ingesta de alimentos. También es importante aprender la respuesta glucémica ante diferentes condiciones del ejercicio.
Respecto de la ingesta de alimentos, es importante consumir carbohidratos cuando sea necesario para evitar la hipoglucemia.
*Fernando Ulloque es médico pediatra y especialista en medicina del deporte. Es director del Hospital Misericordia y vicepresidente de la Sociedad de Medicina del Deporte de Córdoba (Somedeco).