Atención: La Diabetes, hipertensión y tabaco aumentan el riesgo de
demencia
Controlar
la presión, el azúcar y dejar el cigarrilo disminuyen de manera importante
el
riesgo
Tres medidas saludables pueden disminuir de
manera importante el riesgo de padecerdemencia, incluso en pacientes de
edades avanzadas.
Un Informe Mundial sobre el Alzhéimer 2014 La
demencia y la Reducción del Riesgo: Un análisis de los factores de protección y
modificables, citado por 20minutos.es, se pide que se integre la demencia en
los programas mundiales y nacionales de salud pública junto con otras
patologías no transmisibles, señala que la diabetes puede aumentar el riesgo de
demencia en un 50%. También plantea que la obesidad y la falta de actividad
física son factores de riesgo importantes para la diabetes y
la hipertensión, y deben, por lo tanto, controlarse.
Aunque la salud cardiovascular está mejorando
en muchos países de ingresos altos, muchos países de bajos y medianos ingresos
muestran un patrón reciente de aumento de la exposición a factores de riesgo
cardiovascular, con incremento de las tasas de distintos tipos de diabetes, enfermedades del
corazón y derrame cerebral.
En este trabajo, encargado por la
organización mundial de asociaciones ‘Alzheimer’s Disease International’ (ADI),
se señala que dejar de fumar está fuertemente ligado con una reducción en el
riesgo de demencia. Como ejemplo, pone que los estudios sobre la incidencia de
demencia entre las personas mayores de 65 años y más han demostrado que los
exfumadores tienen un riesgo similar a los que nunca han fumado, mientras que
los que continúan consumiendo tabaco poseen un riesgo mucho
mayor, indica 20 Minutos.
Realizado por un equipo de investigadores
dirigido por el profesor Martin Prince, del King’s College London (Reino Unido),
el trabajo revela que los que han tenido mejores oportunidades de educación
poseen un menor riesgo de demencia en la edad avanzada. La evidencia sugiere
que la educación no tiene impacto en los cambios en el cerebro que conducen a
la demencia, pero reduce su impacto en el funcionamiento intelectual.
El documento citado por 20minutos.es plantea
que si se entra en la vejez con cerebros mejor desarrollados y más saludables
es posible que se vivan vidas más largas, más felices y más independientes, con
menos posibilidades de desarrollar demencia. Por ello, dice que promover la
salud del cerebro es importante durante toda la vida, pero sobre todo a mitad
de la vida, puesto que las alteraciones cerebrales pueden comenzar décadas
antes de que aparezcan los síntomas.
El estudio, que se hace público como parte
del Día Mundial del Alzhéimer, que se celebra este domingo, también insta a
incluir más a las personas mayores, con el mensaje de que nunca es demasiado
tarde para hacer un cambio, ya que el curso futuro de la epidemia global de
demencia es probable que dependa de manera crucial del éxito o el fracaso de
los esfuerzos para mejorar la salud pública mundial a través de la población.
Combinar los esfuerzos para hacer frente a la
creciente carga mundial de enfermedades no transmisibles será de importancia
estratégica, eficiente y rentable, según los autores del documento. A su
juicio, llevar una vida saludable es un paso positivo hacia la prevención de
una serie de enfermedades a largo plazo, incluyendo el cáncer, las enfermedades
del corazón, el derrame cerebral y la diabetes.
El profesor Martin Prince, del Instituto de
Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College London y autor del
informe, subraya: "Ya hay evidencia de varios estudios de que la
incidencia de demencia puede estar cayendo en los países de altos ingresos,
vinculado a mejoras en la educación y la salud cardiovascular. Tenemos que
hacer todo lo posible por acentuar estas tendencias”. Para el año 2050, se
estima que el 71% de las personas que viven con demencia estarán en los países
de bajos y medianos ingresos. (Especial El Intransigente)