La diabetes y las enfermedades oculares
El doctor Rubén Iván Cárdenas Hernández, médico cirujano oftalmólogo y retinólogo, nos explica que la diabetes ocasiona daño a nivel de cristalino el cual es un lente transparente que nos permite ver de cerca y lejos. Los niveles altos de azúcar ocasionan que éste se haga opaco provocando lo que se llama catarata. La catarata causa una visión borrosa y la pérdida visual en forma progresiva lo que va impidiendo que los pacientes puedan realizar sus actividades diarias. El tratamiento ideal es la realización de una cirugía de facoemusificación (uso de ultrasonido para la destrucción de la catarata) con implante de lente intraocular, esta técnica se realiza con anestesia tópica (gotas) y por medio de una pequeña herida de 2.2 mm se retira la catarata y en lugar donde iba el cristalino se coloca un lente intraocular.
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La segunda área donde afecta la diabetes es la retina. La retina es un tejido nervioso el cual posee muchos vasos y es donde se reciben las imágenes, se captan y son enviadas a través del nervio óptico hasta el cerebro. Como es tejido nervioso no se regenera por lo que al dañarse en forma importante puede ocasionar pérdida visual que va desde leve hasta la ceguera total. La retina está ubicada en la parte más posterior del ojo (no se ve a simple vista), en esta ocasiona una enfermedad llamada retinopatía diabética la cual provoca pérdida de la visión en forma súbita que puede ser ocasionada por presencia de líquido en la retina, rupturas o cierre de vasos lo cual puede ocasionar sangrados pequeños o grandes dentro del ojo hasta desprendimiento de retina parciales o totales. El tratamiento va desde la vigilancia, inyecciones, láser y hasta la cirugía.
La colocación de inyecciones es para detener e inhibir el desarrollo de la enfermedad lo que permite mejorar la calidad de vida y la expectativa frente a este mal.
La aplicación de láser se utiliza para el sellado de vasos y detener la enfermedad, es un procedimiento utilizado desde hace años con buenos resultados.
La cirugía se realiza cuando la enfermedad ha avanzado y los dos tratamientos previos ya no se pueden utilizar. Actualmente la cirugía ya se realiza a través de pequeñas heridas que no requieren de suturas por los que la recuperación es más rápida y las complicaciones se han reducido.
La tercer área es el glaucoma que significa presión alta dentro del ojo, que es independiente a que el paciente presente hipertensión arterial o no. Ésta se trata con colirios (gotas) hasta cirugía.
Todo paciente diabético requiere acudir por los menos cada 6 meses a una revisión con su médico oftalmólogo para que detecte cualquiera de las enfermedades mencionadas.
Habitualmente los pacientes preguntan si es lo mismo un oftalmólogo y un retinólogo. La respuesta es que no.
Un oftalmólogo estudia tres años y es capaz de diagnosticar y tratar en forma general las enfermedades de los ojos. Un retinólogo aparte de estudiar esos tres años, se especializa dos años más en el área de retina y vítreo para poder ser capaz de tratar las enfermedades que se encuentran a ese nivel, por lo que es una persona con mayor capacidad, mayor experiencia y da las mejores opciones terapéuticas. Todo esto se ha dado por el gran avance terapéutico y quirúrgico.
Además es importante recordar que un paciente que se trata a tiempo tiene mayor posibilidad de éxito y el que lleva un control muy bueno de su diabetes tiene menos complicaciones.