lunes, 15 de junio de 2020

Información sobre la diabetes: entender la diabetes mellitus como una enfermedad grave y común

Cuando escuchamos a un médico diagnosticar que alguien tiene diabetes (sin ninguna modificación limitante),

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es muy probable que se refiera a la "diabetes mellitus". Esta condición se caracteriza por superfluidades de glucosa en la sangre y la orina como resultado de un metabolismo anormal de carbohidratos.

La diabetes mellitus es una enfermedad grave y común. En los Estados Unidos, los registros médicos muestran que ocurre en aproximadamente el dos por ciento de los hombres y cerca del cinco por ciento de las mujeres. Su inicio es posible en cualquier etapa de la vida. En la mayoría de los casos, la diabetes mellitus se manifiesta después de una infección o lesión grave. También puede hacerse evidente debido a la tensión emocional. Se sabe que las personas con sobrepeso padecen esta enfermedad más que aquellas que están dentro del rango de peso normal.

Los síntomas de la diabetes mellitus son casi los mismos para los casos que comienzan durante la infancia y durante la edad adulta. Estos incluyen una producción excesiva de orina, un deseo ardiente de líquidos, una sensación de debilidad y picazón en la piel. Un examen médico de una persona que tiene diabetes mellitus revelará la presencia de glucosa en la sangre en una cantidad que es mucho mayor que el volumen normal. Este exceso de azúcar en la sangre es causado por la incapacidad del cuerpo para consumir glucosa tan rápido como el hígado la almacena y libera. En consecuencia, en lugar de utilizarse para la producción de energía, la glucosa que se acumula en la sangre se elimina junto con la orina.

Es probable que se desarrollen ciertas condiciones secundarias si la diabetes mellitus no se trata. Una de esas complicaciones graves es la enfermedad renal. La pérdida del control de la vejiga, que resulta en la necesidad de orinar con frecuencia, también es posible. Asimismo, la piel y otros tejidos corporales se vuelven más propensos a las infecciones. En casos más graves, perder el conocimiento es casi siempre una certeza.