La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica. No tiene cura, aunque sí
se controla. Se caracteriza por los niveles elevados de
glucosa en sangre provocados por la poca o escasa producción
de insulina del páncreas o
debido a que las células del cuerpo son resistentes a la acción de la insulina.
La glucosa es
un tipo de azúcar que el cuerpo produce a partir de los alimentos, y que
funciona como combustible para poder realizar diferentes actividades como correr, bailar, andar en bicicleta,
pensar e incluso ir a trabajar; es tan compleja e importante que interviene en
funciones como la digestión, el crecimiento de las uñas o respirar.
Adquirimos la glucosa de los alimentos,
principalmente de los azúcares y los carbohidratos. Sin glucosa, tu cuerpo no
puede trabajar.
¿Cómo
se obtiene la glucosa?
Después de comer, los alimentos pasan por un proceso digestivo, durante el cual son
convertidos en glucosa. Esta viaja a través del torrente sanguíneo y es llevada
a cada célula del cuerpo, donde es aprovechada. La glucosa también es
almacenada en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno para que se
aproveche en forma de energía cuando los niveles de glucosa sean bajos.
Dos de las principales hormonas que
controlan los niveles de glucosa en la sangre son la insulina y el glucagón,
ambas producidas por el páncreas. La insulina actúa como una llave que abre las puertas de la célula para que la glucosa
entre; y el
glucagón convierte en glucosa al glucógeno almacenado en el hígado. De esta forma, se mantiene un nivel de
glucosa en sangre denominado basal, es decir, el normal para todas las
personas.
La insulina y el glucagón trabajan de
forma constante para asegurarse de mantener un rango de glucosa aceptable para
que el cuerpo funcione. En las personas con Diabetes Mellitus este proceso no
se da de forma normal, lo que provoca que la glucosa se quede en la sangre y
los niveles suban.
¿Qué
pasa cuando se tiene Complicaciones de la Diabetes?
Cuando una persona tiene Diabetes mellitus, significa que la glucosa se queda en la
sangre y que no puede ser aprovechada por las células debido a 3 causas,
principalmente:
·
El cuerpo no
produce insulina
·
El cuerpo no
produce suficiente insulina
·
Las células del
cuerpo presentan una resistencia a la acción de la insulina, es decir, no
permiten que esta hormona haga su trabajo de abrir la puerta.
De esta manera, se puede concluir que
la Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica que impide a la glucosa llegar a las
diferentes células haciendo que se quede en la sangre; lo cual, da lugar a niveles
anormalmente altos de glucosa, lo que a la larga provoca una serie de trastornos en
diferentes órganos, si no se controla la enfermedad.
Es
cierto que la Diabetes mellitus no tiene cura, pero sí se controla; para ello, lo que
comas y el ejercicio que realices será muy importante.
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