sábado, 25 de enero de 2014

El Cinvestav estudia a pescadores locales

Averiguan qué tipo de errores llevan a la descompresión

Investigadores del Cinvestav-Mérida y de la Universidad de California elaboran un estudio multidisciplinario orientado a conocer causas específicas y asociadas a la descompresión en pescadores yucatecos.
El especialista del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional Oswaldo Huchim Lara explicó a Notimex que buscan prevenir la muerte de pescadores cuya actividad la realizan mediante el buceo.
Indicó que desde hace dos años están con trabajadores de la zona oriente para conocer sus prácticas de buceo, cómo desarrollan su trabajo y los diversos factores que inciden en su descompresión.
Durante un encuentro con especialistas de esta institución y expertos en buceo recreativo, el investigador precisó que la investigación, cuyo resultado está por concluir, arroja desconocimiento de los hombres del mar respecto a técnicas de inmersión.
También se han encontrado fallas técnicas en los equipos de suministro de aire a los buzos; desconocimiento de las enfermedades que los aquejan -hipertensión o diabetes-, al igual que ignorancia en torno a la necesidad de atención médica cuando han sufrido una descompresión, por más leve que sea.
Recordó que el trabajo se concentra sobre pescadores dedicados a la captura de langosta y especies de escama mediante el buceo, y cuya realidad es muy diferente para quienes capturan pulpo y pepino de mar bajo la misma técnica.”Nuestro trabajo se orienta a investigar prácticas específicas de captura y elaborar un modelo especial de prevención, bajo ópticas antropológicas, médicas y de biología pesquera, con valores y tablas específicas para quienes laboran bajo el mar, como tiempos y periodos de inmersión y no utilizando las del buceo recreativo”, detalló.
Atención tardía
El investigador de la Universidad de California Walter Chim señaló que los pescadores-buzos pasan de tres a cuatro veces más bajo el agua que los recreativos, lo que aumenta su probabilidad de descompresión.
Muchas veces un pescador muere porque su llegada a la cámara hiperbárica es tardía: una hora y media del punto de captura al puerto y otra hora del puerto al hospital, cuando una solución es que se cuente en las embarcaciones oxígeno “limpio” para suministrarles.
Describió que uno de los problemas que más enfrentan los hombres del mar que capturan mediante el buceo se asocia es la falta de desconocimiento entre un problema de salud por descomprensión y su envenenamiento por monóxido de carbono.
Hemos encontrado, reveló, que el tanque de gas (oxígeno) y el comprensor no están separados, por lo tanto el aire que llega a los buzos está contaminado en cantidades alarmantes.
Detalló que un buzo sólo debe respirar en una hora 10 partes por millón de monóxido de carbono, pero “encontramos que es de 30 partes por millón en el tanque y cuando baja llegan hasta 120 partes, lo que desde luego en muchos casos, luego de una jornada de ocho horas resulta en el envenenamiento”.
Al respecto, resaltó que junto con un grupo de colaboradores han logrado desarrollar un prototipo -probado ya con efectividad por meses- el cual impide que el aire del tanque de oxígeno y del comprensor se mezcle, ello mediante la adaptación de una manguera al compresor y en ella colocar varios filtros. Destacó que muchas de estas sencillas medidas ya han sido aplicadas por pescadores del oriente del estado y participan de manera positiva en la práctica del buceo con fines productivos, empero aun debe adaptarse a las condiciones para otras pesquerías. No es lo mismo la captura de la langosta que se da a unas cuantas brazas, que la de pepino de mar que muchas veces por los nortes se captura a 14 brazas, expuso.