No hallan evidencia de la
"paradoja de la obesidad" en la diabetes: estudio
Los
adultos que padecen de sobrepeso cuando se les diagnostica diabetes no están
protegidos contra una mortalidad temprana, investigación sobre la diabetes contrario a lo que propone una
teoría popular, mostró un nuevo estudio.
Los
hallazgos cuestionan lo que se conoce como la "paradoja de la
obesidad", la creencia de que las personas con peso normal son más
propensas a morir por diabetes tipo 2 que los pacientes con sobrepeso u
obesidad.
"Existe
un debate bastante polarizado sobre si esa teoría es real o no", dijo la
autora principal, Deirdre Tobias, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, Boston. "Me
gustaría pensar que esto pondría fin a ese debate", agregó.
Los
resultados, dijo, demuestran que "tener sobrepeso o ser obeso no aporta
ningún beneficio. De hecho, por lo menos entre los no fumadores, el sobrepeso y
la obesidad elevan los riesgos. No son neutrales".
El
equipo de Tobias analizó los datos de dos grandes estudios conocidos en inglés
como: Nurses' Health Study, que comenzó en 1976, y Health Professionals
Follow-up Study, que empezó en 1986.
El
nuevo reporte incluyó información de más de 11.000 personas de ambos estudios a
las que se les diagnosticó diabetes. Ninguno tenía cáncer o enfermedad cardiaca
al momento del diagnóstico.
El
seguimiento a investigación sobre la diabetes los voluntarios se prolongó por unos 16 años. En ese período,
murieron 3.000 participantes.
El
equipo halló que los participantes con sobrepeso u obesidad al momento de que
se les diagnosticara la diabetes eran entre un 9 por ciento y un 33 por ciento
más propensos a morir que los que tenían peso normal al recibir el mismo
diagnóstico. El riesgo creció aún más en los participantes más obesos.
El
riesgo aumentaba junto con el peso cuando la diabetes se diagnosticaba antes de
los 65 años. En los mayores de 65, el efecto no era tan pronunciado, según
publica el equipo en New England Journal of Medicine.
Fumar
también estuvo asociado con la mortalidad. Por ejemplo: las mujeres más
delgadas con antecedentes de tabaquismo eran más propensas a morir durante el
estudio que las fumadoras con peso normal. El riesgo aumentaba junto con el
peso corporal.
Pero en
los no fumadores diabéticos, la tendencia fue más directa: a menor peso, menos
riesgo de morir tempranamente.
"Me
pareció interesante ver que no es saludable ser un fumador delgado", dijo la
doctora Susan Spratt, de la Facultad de Medicina de Duke University, Durham,
Carolina del Norte.
"Fumar
ayuda a no engordar, pero aumenta el riesgo", agregó Spratt, que no
participó del estudio. "Fumar combina todas las complicaciones de la
obesidad, ya sea diabetes o enfermedad cardiaca", agregó.
"Adelgazar es beneficioso y no se necesita
adelgazar demasiado (...) Perder un 5 ó un 10 por ciento del peso corporal
cuando se es obeso resuelve varios problemas, desde el dolor articular y la
apnea del sueño hasta la diabetes y sus complicaciones", sostuvo Spratt.