viernes, 17 de enero de 2014

Aspartamo, un edulcorante clave para combatir la diabetes

medicamentos para diabeticos El aspartamo es el edulcorante no calórico por excelencia, utilizado en miles de productos alimentarios como sustitutivo del azúcar. Desde que fue descubierto en 1965 por la multinacional farmacéutica G.D. Searl and Company, su uso se ha extendido a todo tipo de alimentos: refrescos, chicles, helados, yogures…
Prácticamente cualquier producto “sin azúcar” o light incluye aspartamo, etiquetado en Europa con el código E-951. Desde que se descubrió, el aspartamo ha estado rodeado de dudas acerca de su seguridad para la salud, pero en ningún momento las supuestas sospechas han sido confirmadas.
El edulcorante es, de hecho, uno de los ingredientes alimentarios más investigados de la historia. A lo largo de más de 40 años se han realizado más de 200 investigaciones científicas sobre el mismo y sus conclusiones parecen ser definitivas.
Según una revisión de estudios publicada este verano en la revista Food and Chemical Toxicology no existe ninguna asociación entre el consumo de aspartamo y los problemas sanitarios que se le han atribuido en algún u otro momento como cáncer, problemas cardiovasculares o partos prematuros. “El aspartamo ha sido examinado durante más de tres décadas en más de 200 estudios, con el mismo resultado: es seguro”, asegura el doctor Haley Curtis Stevebs, presidente del Calorie Control Council, la asociación estadounidense de fabricantes de productos bajos en calorías, sin azúcar o light.
Los alimentos y bebidas endulzados con aspartamo ofrecen una alternativa baja en calorías que puede ayudar a la gente a disfrutar de las comidas que desean sin despreocupar su salud”. Una herramienta útil para vigilar nuestro peso “junto a la probada seguridad de los edulcorantes bajos y sin calorías”, asegura el doctor Lluis Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, quien añade que “la evidencia científica ha demostrado como incuestionable la importancia de los edulcorantes bajos y sin calorías en la dieta diabética, al ofrecer el placer de lo dulce sin sus aspectos negativos, y sin impacto en la insulina y glucemia”.
El aspartamo no posee toxicidad alguna que deba preocupar a los consumidores. Según el catedrático, el aspartamo y otros edulcorantes pueden ayudar a controlar nuestro peso, pero deben consumirse en el contexto de una dieta equilibrada en su conjunto: “En ocasiones, es complejo establecer las ventajas potenciales de los edulcorantes bajos o sin calorías ya que no sólo depende de éstos, sino de la ingesta total de alimentos y bebidas. Por ejemplo, si se elige una bebida edulcorada con edulcorantes bajos o sin calorías en lugar de un refresco de 150 calorías, pero posteriormente tomamos un trozo de pastel o galletas por valor de 300 calorías, los edulcorantes no podrán ayudar a controlar el peso ya que se estarán añadiendo más calorías de las que se han restado”.
Serra-Majem reconoce que durante los últimos años, “ha sido frecuente la confusión con respecto a los edulcorantes”, pero insiste en que los estudios sobre su seguridad son concluyentes: “El proyecto de Dictamen Científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para la presente reevaluación de la seguridad del aspartamo ha recurrido a toda la información científica disponible sobre éste edulcorante y sus componentes. Tras un análisis detallado y metódico, ha llegado a la conclusión, de que el aspartamo no posee toxicidad alguna que deba preocupar a los consumidores, en los niveles actuales de exposición”.